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La dieta recomendada para un
paciente con una enfermedad coronaria se basa
fundamentalmente en una alimentación variada baja en grasas
y sal. Se recomienda en general la dieta mediterránea:
- La base de las comidas debe ser vegetal, verduras frescas, hortalizas y frutas, además de cereales, legumbres y frutos secos.
- Para evitar las pérdidas de vitaminas y minerales de los vegetales se recomienda cortar verduras en trozos grandes cuando se van a hervir y aprovechar el líquido de cocción de las verduras en caldos o sopas, ya que es rico en vitaminas y minerales.
- Ingesta recomendada de verduras y hortalizas: Más de 2 raciones al día, 150-200 g por ración (una de ellas en forma de preparación cruda).
- Ingesta recomendada de frutas: Más de 3 raciones/día (120-200 g por ración).
- Reducir el consumo de carne, especialmente las carnes rojas y más grasas que deben consumirse de manera excepcional.
- Se recomienda el consumo de pescado, 3-4
raciones a la semana. Los pescados
azules muy grasos como el salmón, la caballa o las
sardinas, son los que contienen mayor cantidad de
ácidos grasos omega 3
Los productos lácteos deben ser desnatados. - Utilizar formas de cocinar que no incorporen grasas
adicionales: hervir, plancha,
parrilla, evitando las frituras.
Se recomiendan alimentos que de manera natural son ricos en fibra.