Factores de riesgo cardiovascular (FRCV)

La enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de morbilidad y mortalidad* en nuestro medio. Por ello, es fundamental realizar una adecuada prevención de la misma. Hablamos de prevención primaria, como aquella dirigida a la población general con el fin de disminuir el riesgo de ocurrencia de enfermedad, mientras que la prevención secundaria es la que se realiza cuando ya ha ocurrido un primer evento cardiovascular, con el objetivo de disminuir el riesgo de recurrencia del mismo.

Un factor de riesgo es un rasgo, característica o exposición de un individuo que aumenta su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión.

En la enfermedad cardiovascular tenemos factores de riesgo modificables y no modificables.

Son constitutivos de la persona y no los podemos eliminar, como son, en el caso de la enfermedad cardiovascular:

• el sexo masculino (los hombres presentan enfermedad coronaria a una edad más temprana)
• la edad (el riesgo cardiovascular aumenta con la edad)
• factores genéticos (el riesgo de enfermedad ateromatosa aumenta si algún familiar de primer grado ha desarrollado una patología cardiovascular)
• antecedentes personales (las personas que tienen enfermedad cardiovascular, es decir que han tenido un primer evento, tienen mayor probabilidad de que se repita).

Son aquellos sobre los que podemos actuar para disminuir el riesgo de enfermedad, es decir, pueden ser prevenidos, tratados o modificados. Entre los principales factores de riesgo modificables de enfermedad cardiovascular se encuentran:

• cifras elevadas de tensión arterial
• niveles elevados de colesterol en sangre
• niveles elevados de glucosa en sangre
• el tabaquismo
• el exceso de peso
• el sedentarismo o falta de actividad física

El efecto de los factores de riesgo es sumatorio, es decir, a mayor número de factores de riesgo mayor probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular.

Es fundamental mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta sana, actividad física regular y abstención de tóxicos como el tabaco o el alcohol, evitando aquellas conductas que favorezcan el desarrollo de los mencionados factores de riesgo.