Ejercicio

Los estudios científicos han demostrado que el entrenamiento físico en sujetos con disfunción ventricular izquierda es seguro y eficaz y que otorga tanto beneficios fisiológicos como psicológicos. Los beneficios funcionales se relacionan con mejorías en el músculo esquelético y en la dinámica cardíaca.

Tipo de ejercicio

Se recomiendan ejercicio aeróbico + ejercicio de fuerza + ejercicio respiratorio + estiramientos.
Entrenamiento aeróbico con las tres fases

  1. Calentamiento prolongado de unos 15’. Caminata lenta, pedaleo suave
  2. Ejercicio. Inicialmente 10’ a 20’ aumentando gradualmente hasta 40’ a 60’ si se demuestra tolerancia. También se puede realizar pequeñas caminatas de 10’ o incluso menos (de 3’-4’) si no es posible, con descansos de 2’-3’, varias veces al día dependiendo de los síntomas y de la clase funcional.
    Intensidad: de leve a moderada. Escala Borg 2-4. Evitar fatiga y sensación de falta de aire.
    Frecuencia: empezar con 3 días semanales alternativos. Más adelante 5-6 días/semana
    Modo: Caminata sobre tapiz, bicicleta estática, elíptica, ergómetro de brazo, remo ergómetro, etc.
  3. Enfriamiento prolongado 15’. Caminata lenta, pedaleo suave

Ejemplo de progresión de las marchas:

Cada dos semanas aprox. incrementar distancia, unos 500m y/o tiempo 10’ hasta los 60’. Posteriormente ritmo km

SÍNTOMAS DE ALARMA
Si se presenta mareos, dolor opresivo, disnea, angina o palpitaciones cardíacas irregulares, detener el ejercicio e informar estos síntomas al médico.
Entrenamiento de la fuerza

Precauciones antes de comenzarlos como ser clínicamente estables y haber demostrado tolerancia al ejercicio aeróbico.
Este ejercicio de fuerza deberá sumarse al ejercicio aeróbico y debe iniciarse lentamente y con un progreso gradual con ejercicios unilaterales dirigidos a los músculos superiores e inferiores del cuerpo, de 6 a 8 repeticiones, 1-2 días por semana no consecutivos.
Progresión de 1 a 3 series de ejercicios, 2-3 días semanales.
Intensidad individualizada a través de esfuerzo percibido o escala de Borg 2-3. Manejo de cargas livianas, sin cansarse, ritmo lento, con pausas largas.
Evitar la apnea respiratoria durante la ejecución de los ejercicios.

Trabajo respiratorio

El entrenamiento de los músculos respiratorios mejora la capacidad funcional , la sensación de disnea y la fuerza de los músculos inspiratorios, especialmente si se emplean intensidades del 60% de la PIM (presión inspiratoria máxima), 6 veces/ semana y durante 12 semanas.
Es recomendable practicar la respiración abdominal como ejercicio básico de relajación, en cualquier posición ya sea sentado, acostado.

Ejercicios de flexibilidad
  • Grandes grupos musculares, brazos, tronco, piernas
  • Frecuencia: 2 ó 3 días por semana
  • Duración: 5’ a 10’ por sesión según tolerancia.
  • Modo: Lentos, suaves, sin dolor pero sí con tensión
Ejercicios de equilibrio

Necesarios para mejorar equilibrio y propiocepción y así evitar caídas.
Frecuencia: 2 ó 3 días por semana
Ejemplos: Apoyos en un solo pie, caminar con un pie delante del otro, hacia delante y hacia atrás, con ojos abiertos luego cerrados, giros…

Pacientes portadores de marcapasos y/o DAI
  • Tener especial cuidado con movimientos forzados de miembros superiores
  • No cargar pesos las primeras semanas
  • No dejar de movilizar partes como el cuello, hombros, tronco para flexibilizar y relajar la caja torácica, pero con sumo cuidado.
  • Iniciar con movimientos muy suaves, con frecuencia diaria.
  • Imprescindible el trabajo de relajación por ejemplo, a través de la respiración, por la afectación psicológica que suele ser muy importante
Recomendaciones
  • En general igual que en cardiopatía isquémica
  • Procurar descansar hasta sentirse bien recuperado después de una sesión de ejercicio
  • Diabéticos. Hacer control de glucemia antes y después del ejercicio. Llevar consigo un suplemento
  • Mantenerse hidratado pero no ingerir más de litro y medio de líquido al día
  • Si ha dejado por un tiempo de hacer ejercicio retómelo en cuanto pueda de manera más suave que como lo venía haciendo.
  • En caso de duda consulta con tu médico

NO INICIAR EJERCICIO EN CASO DE

  • Cambio de peso brusco de un día para otro
  • Olvidos en la toma de medicación
  • Temperaturas extremas
  • Ayuno o inmediatamente después
  • Falta de descanso o indisposición
  • Síntomas de disconfort como palpitaciones, mareo, hipotensión, náuseas, disnea u opresión en el pecho o cualquier otro síntoma que produzca mala sensación
  • Valores fuera de parámetros indicados de TA, FC, glucemia, saturación de O2

Los beneficios que se obtienen del ejercicio son reversibles por lo que lo más importante es que sea constante y lo convierta en un hábito. Sólo así podrás mantenerlos.