El papel del cuidador

La Insuficiencia Cardíaca es una enfermedad crónica, por lo que los pacientes y sus familias deben aprender a convivir con ella.
Los cuidadores de las personas con Insuficiencia Cardíaca suelen ser familiares. Su papel es fundamental en el proceso de la enfermedad del paciente. Por un lado sirven de soporte al paciente en su enfermedad, recordándole la medicación, acompañándole en las consultas médicas… Y por otro lado le dan el necesario apoyo emocional, psíquico y social para que el paciente pueda afrontar la enfermedad en las mejores condiciones posibles.
Es necesario que el cuidador-familia conozca y comprenda la enfermedad, sus síntomas y las limitaciones que el paciente tendrá desde ese momento (disnea, astenia, hospitalizaciones frecuentes…) Es normal que el paciente experimente sentimientos de ansiedad, frustración, depresión y otras alteraciones del estado del ánimo.
La familia desempeña un papel nuclear por su cercanía al paciente. Es necesario que entiendan su situación especial y le ayuden a acostumbrarse a las limitaciones físicas que puedan presentar.
Del mismo modo que para el paciente la Insuficiencia Cardíaca supone una nueva situación física psíquica y social a la que debe adaptarse, la familia o el cuidador principal pueden experimentar una sobrecarga importante debido a sus nuevas responsabilidades.
Por eso es tan fundamental la educación tanto del paciente como de la familia para que conozcan qué es la enfermedad, qué limitaciones causa, qué tratamientos ha prescrito el médico, cómo puede colaborar el paciente en el cuidado de su propia enfermedad…

Consejos al cuidador

Ayudar al paciente a seguir los consejos del equipo sanitario.

  • Ayudar al paciente, en caso necesario, a tomar la medicación.
  • Recomendar al paciente que deje de fumar y que reduzca o abandone el consumo de alcohol.
  • Ayudar al paciente a seguir la dieta baja en sal y grasas y control de líquidos.
  • Ayudar al paciente a mantenerse activo:
    • El miedo, ansiedad, el aislamiento mental y social pueden facilitar la descompensación de la Insuficiencia Cardíaca.
    • Los factores emocionales pueden influir en la evolución de la enfermedad. Ayudarle a intentar a afrontarla con tranquilidad.
    • Ayudarle a que se rodee de amigos y personas optimistas, escuchar música, leer, conversar, bailar, realizar actividades que le resulten placenteras y adaptadas a su capacidad (caminar, taichí, risoterapia, pilates…)
Vigile signos de alarma

Recomendar al paciente consultar cuando observe que:

  • Presenta mayor dificultad para respirar.
  • Necesita dormir más incorporado (sentado o con más almohadas).
  • Se le hinchan los pies, tobillos o abdomen.
  • Está ganando peso de forma rápida (1 kg al día o 2 kg en 2-3 días).
  • Presenta tos seca, irritativa y persistente que empeora durante la noche.
  • Tiene dolor en el pecho.
  • Se encuentra con cansancio intenso.
  • Ha tenido mareo o pérdida de conocimiento.
Cuidar al cuidador

Para poder cuidar bien al paciente el cuidador también se tiene que cuidar a sí mismo.

  • Intentar descansar lo máximo posible.
  • Dedicarte tiempo a ti mismo.
  • Pedir ayuda si te sientes agobiado.
  • No cargar con responsabilidades que no son tuyas.
  • Tienes derecho a decir NO si lo que te piden es demasiado para ti.
  • Intentar adaptar la vivienda para que el paciente esté seguro y necesite menos ayuda.
  • Hacer a los profesionales las preguntas que precises.