Sexualidad
Uno de los problemas fundamentales que giran alrededor de la sexualidad es la falta de comunicación entre el profesional de la salud y la persona afectada por la enfermedad. Debemos sentirnos cómodos a la hora de abordarla como un aspecto más de nuestra vida. Resulta habitual que debido a factores psicológicos como la ansiedad o la inseguridad, o bien a factores orgánicos, como puede ser el efecto secundario de ciertos fármacos y las consecuencias propias de la enfermedad cardiovascular, nuestras relaciones puedan verse sensiblemente afectadas.
La actividad sexual debe ser considerada como una actividad física más, que supondría el mismo esfuerzo fisíco o similar, que subir dos pisos de escaleras. De de ahí la importancia de iniciar precozmente la práctica de ejercicio, ya que el entrenamientoproduce mejoras físicas y psicológicas importantes.
Si no existe contraindicación médica se podría reiniciar esta actividad a partir de la segunda semana tras el alta hospitalaria. El temor más extendido es que el coito nos desencadene dolor torácico o fatiga, debido al incremento de la actividad cardíaca que esta acción conlleva. Como norma general debemos evitar que confluyan otras variables como la comida copiosa o el excesivo consumo de alcohol. También debemos elegir el momento del día en que nos encontremos más relajados y descansados, evitando emociones fuertes como pueden ser el enfado, la euforia o la ira. El cuidado de la temperatura ambiente también es un factor a tener en cuenta, de ahí que se recomiende evitar las temperaturas extremas o con una concentración elevada de humedad.
Las personas afectadas por la enfermedad cardiovascular tienen más posibilidades de padecer disfunción sexual, por la presencia de lesiones en los vasos sanguíneos. Comúnmente las mujeres pueden verse afectadas por una disminución de la libido y la lubricación y en los hombres la dificultad más prevalente se centra en la disfunción eréctil. Pide consejo profesional para lo que le suponga un problema, recuerde que como decíamos al principio, la comunicación terapéutica con un profesional es la primera de sus curas.
* Si durante la relación sexual apareciera dolor o fatiga, suspende la actividad y consulta con tu médico.
* Si estás en tratamiento con fármacos por
enfermedad cardiovascular, consulta con tu
médico antes de tomar medicamentos para
aumentar la potencia sexual. Si presentas
dolor durante la relación sexual y estás
tomando fármacos para aumentar la potencia
sexual, interrumpe la actividad y trata de
relajarte unos minutos. Si aún así
persistiera el dolor, debes avisar
al
servicio de urgencias indicándoles que has consumido dichos
fármacos.